¿Sabías que los humanos no fueron los primeros en viajar al espacio? Antes que ellos, varios animales se aventuraron a explorar el cosmos, entre ellos, algunos gatos. Sí, has leído bien: gatos. En este artículo, te contamos las historias y los ejemplos más fascinantes de los felinos que se convirtieron en astronautas.
Félicette, la primera y única gata que volvió del espacio
Félicette fue una gata callejera de París que fue comprada por el gobierno francés para participar en un proyecto espacial. En 1963, Francia era el tercer país que tenía una agencia espacial, después de Estados Unidos y Rusia. Félicette fue entrenada junto con otros 13 gatos, sometiéndose a pruebas de aceleración y gravedad cero. Además, le implantaron un electrodo en el cerebro para medir su actividad neuronal.
El 18 de octubre de 1963, Félicette despegó en el cohete Véronique AGI desde una base en Argelia. Su misión duró 13 minutos, durante los cuales ascendió a 152 kilómetros de altura y experimentó cinco minutos de ingravidez. Luego, su cápsula regresó a la Tierra con ayuda de un paracaídas y Félicette fue rescatada sana y salva. Fue la primera y única gata que viajó al espacio y volvió con vida. Desgraciadamente, dos meses después fue sacrificada para estudiar su cerebro.
Otros gatos que intentaron ser astronautas
Félicette no fue la única gata que intentó ser astronauta. Unos días después de su exitoso vuelo, el 24 de octubre de 1963, otro gato fue lanzado al espacio por Francia, pero el cohete explotó durante el despegue y el animal murió.
También hubo otros países que planearon enviar gatos al espacio, pero nunca lo hicieron. Por ejemplo, Estados Unidos consideró la idea de usar gatos en sus experimentos espaciales, pero finalmente optó por los chimpancés.
En 1968, Irán anunció que había enviado un gato al espacio y que había regresado vivo, pero no ofreció ninguna prueba que lo confirmara. Algunos expertos creen que se trató de una mentira para impresionar al mundo.
¿Por qué se usaron gatos en los viajes espaciales?
Los gatos fueron elegidos para los viajes espaciales porque los científicos ya tenían mucha información sobre ellos, gracias a los estudios que habían realizado sobre su fisiología, su comportamiento y su adaptación al entorno.
Además, los gatos son animales muy curiosos, inteligentes y ágiles, capaces de sobrevivir en situaciones difíciles. También son muy queridos por muchas personas, lo que les hacía más atractivos para el público.
Los gatos que viajaron al espacio contribuyeron al avance de la ciencia y la tecnología, y nos ayudaron a comprender mejor los efectos del espacio en los seres vivos. Por eso, se merecen nuestro reconocimiento y nuestro respeto.
En este artículo, te hemos contado las historias y los ejemplos más fascinantes de los gatos que han sido astronautas. Félicette fue la primera y única gata que viajó al espacio y volvió con vida, pero hubo otros que lo intentaron o que lo planearon. Todos ellos fueron parte de la historia de la exploración espacial y nos dejaron un legado de valor y conocimiento.
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