¿Te gustan los reptiles y te gustaría tener uno como mascota? Si la respuesta es sí, entonces este artículo es para ti. Aquí te voy a dar algunos consejos y recomendaciones sobre cómo elegir y cuidar a un reptil como mascota, y te voy a mostrar las ventajas y los desafíos de convivir con estos fascinantes animales.
¿Qué reptiles se pueden tener como mascotas y qué hay que tener en cuenta?
Los reptiles son animales vertebrados que se caracterizan por tener la piel cubierta de escamas, respirar por pulmones y ser de sangre fría, es decir, que dependen de la temperatura externa para regular su metabolismo. Existen más de 10.000 especies de reptiles en el mundo, pero no todas son aptas para ser mascotas. Algunas de las más populares y adecuadas son las siguientes:
- Tortugas: son reptiles que tienen un caparazón que protege su cuerpo, y que pueden ser acuáticas o terrestres. Son animales tranquilos, longevos y fáciles de cuidar, pero requieren un espacio adecuado, una alimentación variada y una buena higiene.
- Lagartos: son reptiles que tienen cuatro patas, una cola larga y una lengua bífida. Algunos de los más comunes son los geckos, los camaleones, las iguanas y los dragones barbudos. Son animales curiosos, activos y sociables, pero necesitan un terrario con luz, calor y humedad, una dieta específica y una manipulación cuidadosa.
- Serpientes: son reptiles que no tienen patas, sino que se desplazan por contracciones musculares. Algunas de las más habituales son las boas, las pitones, las culebras y las corn snakes. Son animales silenciosos, limpios y dóciles, pero requieren un terrario con un escondite, un sustrato y una fuente de calor, una alimentación basada en presas vivas o muertas y una atención veterinaria periódica.
Antes de elegir un reptil como mascota, hay que tener en cuenta algunos aspectos importantes, como los siguientes:
- El tamaño: hay que elegir un reptil que se adapte al espacio disponible, y que no crezca demasiado o se vuelva peligroso.
- El origen: hay que elegir un reptil que provenga de un criadero legal y responsable, y que tenga los papeles y los permisos en regla, evitando el tráfico ilegal y el riesgo de enfermedades o parásitos.
- El carácter: hay que elegir un reptil que se ajuste a las expectativas y al estilo de vida del dueño, y que sea compatible con otras mascotas o personas que convivan en el hogar.
- El presupuesto: hay que elegir un reptil que se pueda mantener con los recursos económicos disponibles, teniendo en cuenta el coste del terrario, la comida, los accesorios y el veterinario.
¿Cómo cuidar a un reptil como mascota y qué beneficios tiene?
Cuidar a un reptil como mascota no es difícil, pero sí requiere una serie de cuidados específicos que hay que conocer y respetar. Algunos de estos cuidados son los siguientes:
- El terrario: es el espacio donde el reptil va a vivir, y debe ser lo más parecido posible a su hábitat natural, con una temperatura, una humedad y una iluminación adecuadas, así como con elementos que le permitan refugiarse, trepar, esconderse o tomar el sol. El terrario debe ser limpiado y desinfectado regularmente, y debe tener un sistema de ventilación y de filtración de agua si es necesario.
- La alimentación: depende del tipo de reptil, pero en general se basa en insectos, roedores, frutas, verduras o pienso especializado. La alimentación debe ser variada, equilibrada y adaptada a las necesidades nutricionales y energéticas del reptil, y debe ofrecerse en una cantidad y una frecuencia adecuadas, evitando la sobrealimentación o la deshidratación. El reptil también debe tener siempre agua fresca y limpia a su disposición.
- La salud: el reptil debe ser revisado por un veterinario especializado al menos una vez al año, y vacunado y desparasitado según las indicaciones. El reptil debe ser observado con atención para detectar cualquier signo de enfermedad o malestar, como falta de apetito, pérdida de peso, cambios de color, heridas, parásitos o comportamientos extraños. El reptil debe ser manipulado con cuidado y respeto, evitando el estrés, las caídas, los golpes o las mordeduras.
Cuidar a un reptil como mascota tiene muchos beneficios, tanto para el reptil como para el dueño, entre los que se destacan los siguientes:
- Para el reptil: le proporciona un ambiente seguro, cómodo y estimulante, donde puede desarrollar su instinto, su personalidad y su bienestar.
- Para el dueño: le aporta una experiencia única, divertida y enriquecedora, donde puede aprender sobre el reptil, su biología, su comportamiento y su ecología, y donde puede establecer un vínculo afectivo y de confianza con el reptil.
¿Qué consejos hay para elegir y cuidar a un reptil como mascota?
Para terminar, te dejo algunos consejos que te pueden ayudar a elegir y cuidar a un reptil como mascota, y que te pueden hacer disfrutar más de esta maravillosa aventura:
- Infórmate bien: antes de elegir un reptil como mascota, infórmate bien sobre sus características, sus necesidades y sus cuidados, y asegúrate de que puedes ofrecerle todo lo que necesita para ser feliz y estar sano.
- Sé responsable: elige un reptil que sea legal, que tenga los papeles en regla y que provenga de un criadero responsable, y cumple con las normas y las leyes que regulan la tenencia de reptiles como mascotas, evitando el abandono, el maltrato o el comercio ilegal.
- Sé respetuoso: respeta el carácter, el ritmo y las preferencias de tu reptil, y no le obligues a hacer cosas que no quiere o que le molestan, como sacarlo del terrario, ponerle ropa o accesorios, o exponerlo a ruidos o luces fuertes.
- Sé paciente: ten paciencia con tu reptil, y no esperes que se comporte como un perro o un gato, o que te haga caso o te obedezca. Los reptiles son animales independientes, que tienen su propia forma de comunicarse y de expresarse, y que necesitan tiempo y confianza para adaptarse y relacionarse con su dueño.
Espero que este artículo te haya sido útil y que hayas aprendido cómo elegir y cuidar a un reptil como mascota. Si te ha gustado, te invito a que sigas leyendo nuestro blog, donde encontrarás más artículos sobre mascotas, animales y mucho más. Gracias por tu atención y hasta la próxima.