Los reptiles son animales que despiertan admiración, curiosidad y a veces temor. Son vertebrados de sangre fría, que se cubren de escamas, que respiran por pulmones y que se reproducen por huevos. Algunos tienen patas, otros no. Algunos tienen cola, otros no. Algunos tienen dientes, otros no. Algunos cambian de color, otros no. En definitiva, los reptiles son muy diversos y sorprendentes.
Pero, ¿sabías que algunos reptiles también pueden ser unas mascotas increíbles? Si te gustan estos animales y quieres tener uno en casa, debes saber que existen muchas especies que son aptas para la convivencia doméstica, siempre que les proporciones los cuidados adecuados y respetes sus necesidades. En este artículo, te vamos a presentar algunas de las opciones de reptiles para tener como mascotas, que quizás no sean tan conocidas, pero que son igual de interesantes y atractivas.
Serpiente de maíz: la más dócil y colorida
La serpiente de maíz es una de las serpientes más populares para tener como mascota, debido a su carácter dócil, su tamaño moderado y su belleza. Tiene un cuerpo delgado y alargado, que puede medir entre 1 y 2 metros, y una cola corta y puntiaguda. Su coloración varía según la subespecie, pero suele ser de tonos rojizos, anaranjados, amarillos o marrones, con bandas o manchas más oscuras.
La serpiente de maíz es carnívora, es decir, que se alimenta de animales, principalmente de roedores, como ratones o ratas. Es importante que los roedores estén muertos, para evitar que puedan herir a la serpiente. También se les puede dar ocasionalmente huevos, pollos o lagartijas. La frecuencia de la alimentación depende de la edad y el tamaño de la serpiente, pero suele ser de una vez por semana o cada dos semanas.
Para tener una serpiente de maíz como mascota, necesitarás un terrario que tenga al menos el doble de largo que la serpiente, y que esté provisto de sustrato, plantas, ramas y refugios, donde la serpiente pueda esconderse y sentirse segura. El terrario debe tener una temperatura de entre 24 y 30 grados, una humedad de entre 40 y 60%, y una iluminación que proporcione un ciclo de día y noche.
Dragón de agua chino: el más exótico y divertido
El dragón de agua chino es un lagarto que destaca por su aspecto exótico y divertido. Tiene un cuerpo robusto y escamoso, que puede medir entre 60 y 90 centímetros, incluyendo la cola, que es muy larga y prensil. Tiene una cresta dorsal, una papada y unos espolones en las patas traseras. Su coloración es verde, con tonos azules, amarillos o rojos.
El dragón de agua chino es omnívoro, es decir, que se alimenta tanto de alimentos de origen animal como vegetal. Su dieta debe estar compuesta por un 70% de insectos, como grillos, gusanos, larvas o cucarachas, y un 30% de vegetales, como lechuga, espinaca, zanahoria o manzana. También se les puede dar pienso especial para reptiles, que contiene los nutrientes necesarios para su salud.
Para tener un dragón de agua chino como mascota, necesitarás un acuaterrario, es decir, un recipiente que tenga una parte de agua y otra de tierra, donde el lagarto pueda nadar y tomar el sol. El agua debe estar limpia, filtrada y a una temperatura de entre 24 y 28 grados, y la tierra debe tener un sustrato cómodo y seguro. También debes proporcionarle una iluminación artificial que imite el ciclo solar y una fuente de calor que mantenga la temperatura del ambiente.
Tortuga rusa: la más resistente y longeva
La tortuga rusa es una tortuga terrestre que se caracteriza por su resistencia y longevidad. Puede vivir más de 50 años, y soportar temperaturas extremas, tanto frías como calientes. Tiene un caparazón ovalado y abombado, que puede medir entre 15 y 25 centímetros, y que es de color marrón o verde, con manchas negras. Tiene unas patas fuertes y escamosas, y una cola corta y puntiaguda.
La tortuga rusa es herbívora, es decir, que se alimenta exclusivamente de vegetales. Su dieta debe estar compuesta por un 90% de hojas verdes, como diente de león, trébol, alfalfa o achicoria, y un 10% de frutas, como manzana, pera, melón o sandía. También se les puede dar ocasionalmente flores, como rosas, margaritas o geranios. Es importante que los alimentos estén frescos, limpios y picados.
Para tener una tortuga rusa como mascota, necesitarás un terrario o un jardín que tenga al menos 2 metros cuadrados, y que esté cercado y protegido de los depredadores. El terrario o el jardín debe tener sustrato, plantas, rocas y refugios, donde la tortuga pueda esconderse y hibernar. El terrario o el jardín debe tener una temperatura de entre 20 y 30 grados, una humedad de entre 40 y 60%, y una iluminación que proporcione rayos UVB.
Los reptiles son mascotas sorprendentes, pero requieren dedicación
Como hemos visto, los reptiles son mascotas sorprendentes, que nos ofrecen la oportunidad de conocer y convivir con animales fascinantes, que nos asombran con sus formas, sus colores, sus comportamientos y sus personalidades. Sin embargo, los reptiles también requieren dedicación, ya que necesitan unos cuidados específicos y adecuados, que respeten sus características y sus necesidades.
Esperamos que este artículo te haya gustado y te haya ayudado a decidir si quieres o no tener un reptil como mascota. Si quieres seguir leyendo sobre este y otros temas relacionados con los animales, te invitamos a visitar nuestro blog, donde encontrarás más artículos interesantes y actualizados. Gracias por tu atención y hasta la próxima.