Las iguanas son unos reptiles exóticos y fascinantes que requieren unos cuidados especiales para vivir en cautividad. Uno de los aspectos más importantes es el terrario, que debe recrear las condiciones de su hábitat natural y ofrecerle todo lo que necesita para estar sana y feliz. En este artículo te vamos a explicar cómo construir un terrario para tu iguana, paso a paso y con consejos prácticos.
Elige el material y las dimensiones del terrario
Lo primero que debes hacer es elegir el material y las dimensiones del terrario de tu iguana. El material debe ser resistente, fácil de limpiar y que no sea tóxico para tu mascota. Algunas opciones son el vidrio, la madera o el metacrilato. El vidrio tiene la ventaja de ser transparente y permitirte ver a tu iguana desde todos los ángulos, pero también tiene el inconveniente de ser pesado, frágil y transmitir el calor y la luz. La madera es un material natural y aislante, que crea un ambiente más cálido y acogedor, pero también tiene el inconveniente de que se puede pudrir, deformar o albergar parásitos. El metacrilato es un material similar al vidrio, pero más ligero, resistente y que conserva mejor la temperatura, pero también tiene el inconveniente de que se puede rayar o decolorar.
Las dimensiones del terrario deben ser lo suficientemente amplias como para que tu iguana pueda moverse con libertad y crecer sin problemas. Recuerda que las iguanas pueden llegar a medir hasta 2 metros de largo, por lo que necesitan mucho espacio. Lo ideal es que el terrario tenga al menos 2 metros de largo, 1 metro de ancho y 2 metros de alto. También debes tener en cuenta que las iguanas son animales arborícolas, que les gusta trepar y estar en las alturas, por lo que debes proporcionarles ramas, troncos o estanterías donde puedan subir.
Decora el terrario con sustrato, plantas y refugios
Lo siguiente que debes hacer es decorar el terrario con sustrato, plantas y refugios para tu iguana. El sustrato es la capa que cubre el fondo del terrario y que sirve para absorber la humedad, mantener la higiene y darle un aspecto natural. Algunos sustratos adecuados para las iguanas son la fibra de coco, la tierra para macetas (sin abono), las hojas secas o las virutas de madera (sin tratamientos químicos). Debes evitar los sustratos que puedan ser ingeridos por tu iguana o que puedan causarle alergias o irritaciones, como la arena, el césped artificial o la espuma de poliuretano.
Las plantas son un elemento imprescindible para el terrario de tu iguana, ya que le proporcionan oxígeno, humedad, sombra y alimento. Las iguanas son herbívoras, por lo que debes elegir plantas comestibles y no tóxicas para ellas, como el trébol, la alfalfa, la lechuga o el diente de león. También puedes poner plantas ornamentales que den color y vida al terrario, pero siempre asegurándote de que no sean venenosas ni espinosas para tu mascota, como el ficus, la palmera o el helecho.
Los refugios son lugares donde tu iguana pueda esconderse, descansar o regular su temperatura corporal. Las iguanas necesitan tener zonas más cálidas y zonas más frías en el terrario, para poder termorregularse según sus necesidades. Los refugios pueden ser cuevas, cajas, tubos o macetas donde tu iguana pueda entrar y sentirse protegida. También puedes poner piedras planas o baldosas donde tu iguana pueda tomar el sol y calentarse.
Instala los sistemas de iluminación, calefacción y humedad
Lo último que debes hacer es instalar los sistemas de iluminación, calefacción y humedad en el terrario de tu iguana. Estos sistemas son fundamentales para recrear las condiciones ambientales que tu iguana necesita para estar sana y feliz. La iluminación debe ser adecuada para que tu iguana pueda ver bien y sintetizar la vitamina D, que es esencial para su salud ósea. Para ello, debes colocar una lámpara de luz ultravioleta (UVB) que cubra al menos el 70% del terrario y que esté encendida unas 12 horas al día. También debes colocar una lámpara de luz blanca (UVA) que proporcione una iluminación general y que esté encendida el mismo tiempo que la de UVB.
La calefacción debe ser adecuada para que tu iguana pueda mantener una temperatura corporal óptima, que oscila entre los 28 y los 35 ºC. Para ello, debes colocar una lámpara de calor o un cable calefactor que cree un gradiente térmico en el terrario, es decir, una zona más cálida (entre 32 y 35 ºC) y una zona más fría (entre 24 y 28 ºC). La lámpara de calor debe estar situada sobre la zona donde tu iguana tome el sol, y el cable calefactor debe estar enterrado bajo el sustrato. Ambos sistemas deben estar conectados a un termostato que regule la temperatura y que los apague por la noche.
La humedad debe ser adecuada para que tu iguana pueda hidratarse, respirar y mudar su piel correctamente. Las iguanas necesitan una humedad relativa entre el 60 y el 80%, que puedes conseguir con un pulverizador de agua, un humidificador o un recipiente con agua. El pulverizador de agua debe rociar el terrario al menos dos veces al día, el humidificador debe estar conectado a un higrómetro que regule la humedad y el recipiente con agua debe ser lo suficientemente grande como para que tu iguana pueda bañarse. Debes cambiar el agua a diario y limpiar el recipiente con frecuencia.
Cómo construir un terrario para tu iguana
Estos son los pasos básicos para construir un terrario para tu iguana, pero puedes personalizarlo según tus gustos y preferencias. Lo importante es que le ofrezcas a tu mascota un espacio cómodo, seguro y estimulante, donde pueda desarrollarse plenamente. Recuerda que las iguanas son animales inteligentes, sociables y cariñosos, que necesitan atención, cuidados y afecto. Esperamos que te haya gustado este artículo y que sigas leyendo nuestro blog para conocer más consejos y curiosidades sobre los animales. Te deseamos una feliz convivencia con tu iguana.