Los gatos son animales inteligentes y limpios, pero a veces pueden tener dificultades para adaptarse a su nuevo hogar y aprender a usar el arenero. Si quieres evitar que tu gato haga sus necesidades fuera de su lugar, sigue estos 5 pasos para enseñarle a usar el arenero correctamente.
Elige el arenero adecuado
No todos los areneros son iguales, y tu gato puede tener sus preferencias. Algunos factores que debes tener en cuenta al elegir el arenero son:
- El tamaño: el arenero debe ser lo suficientemente grande como para que tu gato pueda entrar, darse la vuelta y escarbar sin problemas.
- La forma: algunos gatos prefieren los areneros abiertos, mientras que otros se sienten más cómodos en los cerrados o con tapa.
- El material: el arenero debe ser de un material resistente, fácil de limpiar y que no se raye ni se agriete.
- La ubicación: el arenero debe estar en un lugar accesible, tranquilo y alejado de la comida y el agua de tu gato.
Elige la arena adecuada
La arena es otro elemento importante para que tu gato use el arenero. Debes elegir una arena que sea:
- Aglomerante: la arena aglomerante se compacta cuando se moja, lo que facilita la limpieza y evita los malos olores.
- No perfumada: los gatos tienen un olfato muy sensible, y pueden rechazar las arenas con aromas artificiales o químicos.
- De grano fino: la arena de grano fino es más suave para las patas de tu gato y le permite enterrar sus desechos con facilidad.
Acostumbra a tu gato al arenero
Una vez que tengas el arenero y la arena adecuados, debes acostumbrar a tu gato a usarlos. Para ello, puedes seguir estos consejos:
- Coloca a tu gato en el arenero después de comer, dormir o jugar, que son los momentos en los que más probablemente necesite hacer sus necesidades.
- Premia a tu gato con caricias, palabras o golosinas cada vez que use el arenero correctamente.
- No castigues ni regañes a tu gato si hace sus necesidades fuera del arenero, ya que puede asustarse o estresarse y empeorar el problema.
- Limpia el arenero al menos una vez al día, retirando los desechos y cambiando la arena cuando sea necesario.
Identifica y soluciona los posibles problemas
A veces, tu gato puede dejar de usar el arenero por alguna razón. Algunas causas comunes son:
- El estrés: los cambios en el entorno, la presencia de otros animales o personas, o las situaciones conflictivas pueden provocar que tu gato se sienta ansioso y evite el arenero.
- La salud: las infecciones urinarias, los problemas renales o las enfermedades intestinales pueden causar dolor o incomodidad a tu gato al usar el arenero, o hacer que tenga más urgencia de hacer sus necesidades.
- El comportamiento: los gatos son animales territoriales, y pueden marcar con su orina lugares que consideran suyos, o evitar lugares que consideran de otros.
- Si sospechas que alguno de estos factores está afectando a tu gato, debes consultar con un veterinario o un etólogo felino para encontrar la solución adecuada.
Sé paciente y constante
Enseñar a tu gato a usar el arenero puede llevar tiempo y esfuerzo, pero vale la pena para evitar problemas de higiene y convivencia. Recuerda ser paciente y constante con tu gato, y ofrecerle mucho amor y atención. Así lograrás que se sienta feliz y seguro en su nuevo hogar.
Esperamos que este artículo te haya sido útil e interesante. Si quieres leer más consejos sobre cómo cuidar a tu gato, no dudes en visitar nuestro blog. Te deseamos lo mejor para ti y tu felino amigo.