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¿Te gustan las iguanas? Descubre cómo cuidarlas correctamente

Aprende a cuidar adecuadamente las iguanas si te gustan.

Las iguanas son reptiles fascinantes que, cuando se los cuida adecuadamente, pueden ser maravillosas mascotas. Debido a sus requisitos ambientales y dietéticos extremadamente específicos, son difíciles de mantener como mascotas. Continúa leyendo este artículo para aprender todo lo que necesitas saber sobre estos fascinantes animales y cómo cuidar adecuadamente a una iguana.

Los elementos esenciales del cuidado de la iguana.


El espacio, la luz y el calor son el entorno de la iguana. Darle a una iguana un hábitat adecuado que reproduzca lo más fielmente posible las condiciones de su entorno natural es uno de los aspectos más cruciales del cuidado de ella. Dado que las iguanas son originarias de las regiones tropicales de América, requieren mucho espacio, luz y calor para crecer adecuadamente.
Dado que estos reptiles pueden crecer hasta dos metros de longitud, la jaula o terrario en el que guardes a tu iguana debe ser lo más grande posible. La jaula debe tener un tamaño mínimo de 2,5 x 1 x 2 metros (8 x 3 x 6 pies). Dado que permiten una buena ventilación y limpieza, las jaulas metálicas suelen ser las más prácticas y asequibles.
Las iguanas requieren luz ultravioleta B (UVB) para sintetizar vitamina D y absorber el calcio de los alimentos, por lo que la iluminación es otro aspecto importante de su salud. La iguana puede experimentar graves problemas metabólicos y óseos sin esta luz. Por este motivo, deberás instalar en la jaula lámparas especiales que emitan luz UVB, y deberás reemplazarlas al menos una vez al año y cada seis meses.
Dado que la iguana es un animal de sangre fría que depende de la temperatura ambiente para regular su metabolismo, el calor es otro elemento imprescindible para ella.

Dependiendo de qué parte del hábitat sea más fría o más cálida, la temperatura ideal para las iguanas debe oscilar entre 75 y 100 grados Fahrenheit (24 a 38 grados Celsius). Para ello, puedes utilizar termostatos para regular la temperatura y dispositivos de calefacción como piedras, cables y lámparas de infrarrojos.
Además de estos componentes, el hábitat de la iguana necesita contar con una zona de descanso donde pueda relajarse y aprovechar el calor y la luz.

La iguana debería tener mucho espacio para tumbarse en esta zona, que también debería estar cerca de la luz UVB y de la fuente de calor. Para crear un ambiente más natural y estimulante, también puedes agregar algunos componentes decorativos como plantas, ramas o cuevas artificiales.

Las iguanas comen frutas, verduras y suplementos como parte de su dieta.

Darle a una iguana suficiente alimento que satisfaga todas sus necesidades nutricionales es otro componente esencial del cuidado adecuado de la iguana. Entre los animales clasificados como herbívoros, o aquellos que sólo consumen plantas, se encuentran las iguanas. Se debe evitar el consumo de cualquier producto animal, incluida carne, huevos o insectos, porque puede provocar intoxicaciones o problemas digestivos.
Las verduras de hojas verde oscuro, como la lechuga romana, la escarola, los berros o las acelgas, deben constituir la mayor parte de una La dieta de las iguanas. Estos vegetales deberían constituir el 80% de la dieta de la iguana porque son una gran fuente de fibra, vitaminas y minerales.

En cantidades más pequeñas, también puedes servir otras verduras como brócoli, zanahorias, calabacines o pimientos.
También puedes alimentar a tu iguana con frutas, pero solo con moderación porque tienen un alto contenido de azúcar y pueden provocar diabetes y obesidad. Las iguanas prefieren frutas como manzanas, peras, sandías o kiwis con alto contenido de agua y vitamina C.

El 10% de la dieta de la iguana debe consistir en frutas.
La iguana necesita suplementos además de frutas y verduras para completar su dieta y evitar carencias. El calcio es el suplemento más importante porque es necesario para el crecimiento óseo y muscular de la iguana.

El calcio se puede administrar en forma líquida o en polvo, espolvoreado sobre los alimentos o mezclado con agua para beber. Además, puedes estimular el sistema inmunológico de la iguana dándole un suplemento de vitaminas y minerales una vez por semana.
Dependiendo de su tamaño y edad, deberás alimentar a tu iguana de forma diferente, pero lo mejor es darle una ración diaria que sea igual al 10% de su peso corporal. Los alimentos sin terminar deben retirarse al final del día de un plato limpio y de fácil acceso. La iguana necesita acceso a agua limpia, fresca y siempre disponible en un recipiente amplio y poco profundo para poder beber y bañarse.

La limpieza, la muda y las evaluaciones pertenecen a la higiene y salud de la iguana.

La consideración final a la hora de cuidar una iguana es mantener una buena higiene y un buen control de su salud. A pesar de ser criaturas sanas y resistentes, las iguanas pueden enfermar si su entorno no es el adecuado o se las descuida.
Para evitar enfermedades e infecciones, el hábitat de la iguana debe mantenerse limpio. Al menos una vez a la semana deberás limpiar la jaula o el terrario para deshacerte de restos de comida, desechos y sustrato sucio. Utilice agua caliente y jabón para limpiar elementos decorativos, recipientes de agua y comida y otras superficies. Puedes sacar la iguana de la jaula mientras limpias para evitar estresarla, pero manéjala siempre con cuidado y bajo supervisión.
La higiene y la salud de la iguana se ven impactadas por otro proceso natural llamado esquila. Las iguanas mudan de piel varias veces al año para renovar su epidermis y adaptarse a su crecimiento. Rociar agua tibia sobre la iguana y sus alrededores ayudará a que el hábitat se vuelva más húmedo, lo que acelerará la muda. Usando un cepillo suave o tus dedos, pero sin tirar ni tirar, también puedes ayudar a la iguana a mudar su piel vieja. Consulta con un veterinario si notas que tu iguana tiene problemas para mudarse, o si notas que quedan restos de piel en sus extremidades o en sus ojos.
Para cuidar a una iguana y garantizar su salud, son necesarios exámenes veterinarios periódicos. Al menos una vez al año debes llevar a tu iguana al veterinario para un chequeo general y una desparasitación interna y externa.
Además, el veterinario podrá identificar cualquier problema de salud. tu iguana pueda tener, como parásitos, infecciones, fracturas o trastornos metabólicos. No dudes en visitar al veterinario de inmediato si notas algún síntoma inusual en tu iguana, como falta anormal de apetito, letargo, diarrea, sangrado o dificultades para respirar.

Trata a tu iguana con respeto.

Como puedes ver, cuidar una iguana es una tarea difícil que requiere mucho compromiso y experiencia. Las iguanas son criaturas exigentes que requieren un entorno, una dieta y condiciones higiénicas muy específicas para vivir una vida sana y feliz. Si eliges tener una iguana como mascota, debes comprometerte a brindarle todos los cuidados que requiere.

Si tiene alguna inquietud o pregunta, también debe buscar el consejo de un veterinario calificado. Como resultado, podrás disfrutar de tu iguana de manera responsable, tratarla con respeto y desarrollar una relación de amistad y confianza con ella. Para conocer más sobre el mundo de las iguanas, esperamos que este artículo te haya sido útil y que sigas leyendo nuestro blog. Hablaremos pronto.

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